El invierno es una oportunidad más para expresar el propio estilo, entre abrigos clásicos y layering sofisticados.
El invierno es uno, las posibilidades son muchas. Clásico o interpretado según la estética contemporánea, en versión loden o cruzado, el abrigo sigue siendo un básico del vestuario masculino para la estación fría. Lo usamos tanto y más que antes, con opciones de estilo que esfuman y redibujan los límites entre el estilo formal y el informal. De la mañana a la noche, durante la semana y el fin de semana, el abrigo sartorial se lleva hoy no sólo con chaqueta y corbata, sino también sobre jerseys deportivos y joggers, o con una sobrecamisa, jugando con las superposiciones.
Así que si el frío es una oportunidad más para expresar nuestro lado creativo, el abrigo A Medida resulta ser la mejor opción porque, gracias a la elección del tejido, el modelo, el tipo de ajuste y todos los detalles de confección, se convierte en una prenda realmente única.
Pero, ¿qué implica crear un abrigo A Medida? Se lo hemos preguntado a Luisa Doris, Gerente de tienda del Atelier Lanieri de Milán, que nos ha dado algunos consejos para confeccionar el abrigo perfecto.
Empecemos por el tejido, el primer paso de la experiencia A Medida Lanieri. ¿Cuáles son las novedades de esta temporada?
Dos novedades destacan en la colección de este año, ambas de Vitale Barberis Canonico, una histórica fábrica de lana italiana – una de las más antiguas del mundo – fundada en 1663, punto de referencia de la elegancia sartorial masculina. La primera es una propuesta 100% lana en tonos grises pero alegrada por un overcheck burdeos que añade un toque original a la prenda, haciéndola muy versátil. Esta opción es perfecta para embellecer looks informales, pero también funciona con un traje formal.
En cambio, la segunda, de nuevo en pura lana, tiene un estampado de espiga marrón, que proponemos con un traje de franela de doble botonadura color beige, una combinación muy refinada.
Opciones de personalización. ¿Cuáles son y cómo orientar la elección?
Una vez elegido el tejido, nuestro cliente puede elegir el modelo que prefiera: el clásico de botonadura sencilla – un auténtico passepartout -, el cruzado, de nuevo de moda y sin duda la opción más formal y sofisticada, y por último el loden, con su historia y su estilo inconfundible, para todos los amantes del toque retro. Es importante destacar que un abrigo A Medida le permite encontrar las proporciones adecuadas y elegir el largo de la parte inferior en función de su estatura y sus gustos: el consejo es siempre que el abrigo llegue hasta cubrir la rodilla. Si es más largo, será aún más formal.
Hablemos de los modelos y saquémonos inmediatamente la duda: ¿Loden sí o no? ¿Y en qué versión?
Larga vida al loden, uno de los modelos más populares entre nuestros clientes. Una prenda icónica cuya historia se remonta a finales del siglo XIX y que han llevado desde plebeyos y miembros de la realeza, dandis y miembros de la jet set, hasta los intelectuales de los años setenta, que hicieron de ella casi una declaración de compromiso. Icónica en la versión verde o gris, con insignia y bolsillo de parche, es una prenda versátil, práctica y chic sin esfuerzo, que hoy también puede interpretarse en clave más elegante y de noche, en la versión azul noche con bolsillo ribeteado.
Más allá de las tendencias del momento, el abrigo es sin duda una prenda perdurable en el vestuario masculino. ¿Tres modelos imprescindibles que nunca deben faltar?
Ya que lo mencionamos, el loden. Yo lo prefiero en su versión original, quizá combinado con unos pantalones de doble pliegue y un punto suave. Sin duda, un abrigo de botonadura sencilla en tonos beige, para llevar con un look tono sobre tono en la paleta de colores naturales. Por último, un abrigo de doble botonadura: clásico e indispensable.